¿Sabías que el Forex existe desde hace miles de años?

El comercio de divisas, o Forex, es un mercado global legalizado basado en el intercambio de diversas monedas mundiales, así como el uso de herramientas financieras, que emergió hace bastantes siglos atrás. De hecho, se pueden rastrear sus comienzos en la era babilónica, etapa en la que se llevaban a cabo operaciones a través del sistema de trueque como herramienta de intercambio financiero.

Así pues, pese a la creencia general que sitúa el comercio de divisas en la era digital, lo cierto es que este tipo de negocio se practica desde el nacimiento de las primeras civilizaciones. El ecosistema web no ha hecho más que catapultar el Forex y permitir la interconexión global de todos los mercados y tipos de moneda mundiales, lo que ha supuesto un importante salto cualitativo y cuantitativo.

El actual panorama sísmico que ha traído consigo, primero el encierro a causa de la pandemia por Covid y, después, el conflicto de Ucrania, y sus numerosas consecuencias políticas y económicas, como la inflación y la crisis energética que asola gran parte del mundo ha llevado a numerosas personas a buscar fuentes de ingresos alternativas.

De este modo, muchos han optado por introducirse en el lucrativo camino del comercio de divisas. Ahora mismo puedes entrar en Internet y bucear en alguna de las numerosas plataformas dedicadas al trading, como https://www.fxforex.com/es/, donde descubrirás las mejores y más fiables herramientas y operadores para comerciar en el mercado de divisas con todas las garantías de calidad.

El papel del Forex en el pasado

El sistema del trueque es la forma de negocio más antigua que existe. Sus orígenes se remontan al año 6.000 a.C. y conforma la cuna del comercio de divisas. Bajo este sistema, unos bienes se intercambian por otros. Si bien en un principio la sal, las pieles o las especias eran los bienes más populares, la llegada de las monedas de oro se convertirían en el medio de pago universal por su portabilidad, divisibilidad, uniformidad y límite de oferta, es decir, características todas ellas propias del dinero.

A finales del siglo XVIII el patrón oro se convirtió en la moneda de cambio de la mayoría de los países. Con la llegada de la Primera Guerra Mundial, el oro sería reemplazado por el papel moneda. En este punto surgió la necesidad de que cada país desarrollara sus propias monedas fiduciarias. De este modo, comenzaron a circular las diferentes divisas propias de cada territorio y, con la celebración de la Conferencia Monetaria de Bretton Woods, celebrada en Bretton por las tres potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial -Gran Bretaña, Francia y Reino Unido-, se terminaría por normalizar el mercado de divisas tal y como lo conocemos a día de hoy.

El comercio de divisas, hoy

La llegada de Internet ha supuesto una puerta abierta para todo aquel que quiera llevar a cabo operaciones en el mercado de divisas. En otras palabras, ha democratizado el uso del Forex. Ahora bien, es importante tener en cuenta que la globalización, si bien cuenta con numerosas ventajas, también ha traído consigo ciertas dificultades, especialmente en el comercio de divisas.

No hay que olvidar que ahora todo está relacionado, y los operadores de divisas deben tener presente múltiples factores a la hora de apostar por una moneda, cuyo valor variará en función de las decisiones -en algunos casos, controvertidas, como la adopción del ‘fracking’, hasta ahora prohibida en gran parte de Europa- que se tomen por parte de los gobiernos como consecuencia, entre otros, de la inflación y la crisis energética que ha traído consigo la guerra de Ucrania.

No obstante, los riesgos pueden convertirse en oportunidades y, en épocas de recesión también se pueden obtener ganancias si se dispone de las herramientas adecuadas y una buena estrategia.