Las dominicas abandonan el convento de Torrent por falta de nuevas vocaciones

Una furgoneta de mudanzas realizaba ayer el traslado de enseres de las dominicas de Torrent, que dejan la localidad debido a la falta de nuevas vocaciones para mantener el convento, uno de los más antiguos de la ciudad, que data de 1968. 

 

Las monjas han vivido en este convento durante más de medio siglo pero la falta de vocaciones ha obligado a reagrupar a las religiosas que se encontraba silenciosamente dedicadas a la oración en la partida de El Alter, a la salida del puente que une con Alaquàs. 

 

En una carta dirigida a las parroquias, se han despedido comunicando su marcha. En la carta reconocen la falta de vocaciones que padecen en la actualidad, cuando hace unos años “abundaban las vocaciones y los claustros de los monasterios se llenaban de jóvenes. El nuestro ha sido uno de ellos”.

 

En la carta también ha dado las gracias “a todos, que siempre nos han manifestado cercanía y apoyo”. Además, revelan que su intención era realizar una misa de celebración por su marcha pero por cuestiones sanitarias y ante el repunte de contagios, ha sido descartada. Con la marcha de las monjas de Torrent queda pendiente el uso al que se destinará el convento, un complejo con varios edificios que conforman un cuadrado, con plaza central y templo para misas.

 

El cierre de conventos y claustros se ha acelerado en las últimas décadas. En 2018 solo quedaban tres monjas en el convento de Santa Gemma de Torrent, hoy clausurado. Ese mismo año, las Siervas del Hogar de Madre, fundada en Toledo pero con una delegación en el Vedat, se mudaban al convento de la Trinidad. El complejo que dejaron las hermanas en Torrent, propiedad de las dominicas, fue utilizado por el arzobispado para impulsar, en enero de 2020, un hogar para menores de edad.