Los torrentinos viven un Sant Blai en manga corta

Las altas temperaturas vividas en Sant Blai fue lo más comentado de la jornada. Hacia muchos años que torrentinos y visitantes no vivían una jornada de Sant Blai en mangas de camisa. Hasta 26 grados en las horas centrales del día animaron a torrentinos y visitantes a salir a la calle y disfrutar de la fira del porrat hasta bien entrada la noche.

Desde primera hora de la mañana, ya se podía ver el ir y venir de personas saliendo de los hornos para comprar el tradicional gaiato. La parroquia de San Luís Bertrán, epicentro de la fiesta de Sant Blai, estuvo abierta toda la jornada para poder cumplir con la tradicional de ungirse aceite bendecido en la garganta y protegerla de enfermedades, tal y como marca la tradición.
 

Pero sin duda, los protagonistas de la jornada fueron los clavarios y clavariesas, niños y niñas de entre 4 y 6 años, que disfrutaron de todos los actos en honor al santo. Junto con ellos, las madres del milagro y el niño del milagro que recuerdan el momento en el que el santo, médico de profesión, salvó de morir ahogado a un niño y que ha llegado hasta nuestros días. La jornada festiva finalizó con una procesión por las calles del barrio de La Ermita y el canto de los gozos en honor al sant de la gola.