El viento protagonista de la festividad de Sant Blai

Sin duda el viento, que a momentos soplaba con cierta intensidad, fue el protagonista de la fiesta de Sant Blai. Durante toda la jornada no dejó de soplar y los torrentinos y visitantes que se acercaron a La Ermita buscaban los rayos de sol para mitigar el intenso frío acentuado por el viento.

Pero aún así, no faltaron a la tradición y desde primera hora de la mañana se veían largas colas a las puertas de la parroquia de San Luís Bertrán para ungirse la garganta con aceite y bendecir los gaiatos. También la caseta de los santblaiets se llenó de personas para adquirir este dulce típico que solo se puede degustar este día.

También es muy habitual ver a personas que acuden con la cassola de Rossejat a los hornos para cocer el arroz. Este plato típicamente torrentino conocido como Arròs de Sant Blai es una tradición gastronómica que ha sobrevivido al paso de los años y se sigue degustando en las mesas torrentinas. Se trata de un arroz al horno con carne de putxero, pelotas de carne y lo que lo hace único, una pelota dulce a base de almendra, miel, canela y pan rallado.

50 clavarios y clavariesas

Pero si la gastronomía es la protagonista, también lo son los niños y niñas de entre 5 y 6 años que conforman la clavaría de Sant Blai. Por la mañana, los pequeños acudieron en pasacalle a la parroquia de la Ermita para celebrar la eucaristía en honor al santo acompañados de las 3 madres y el xiquet del miracle donde al terminar la misa recitaron los versos en honor al santo de la garganta.

Ya por la tarde, tuvo lugar la procesión por las calles adyacentes a la Ermita con la participación del los clavarios, las madres, el xiquet del miracle y las componentes de la cofradía de Sant Blai.