Virgen del Olivar “volverá a ser” el carrer del Pi

Esta semana se ha abierto al tráfico la calle Virgen del Olivar, después de la ejecución del proyecto de reurbanización en el que se ha dispuesto una nueva red de saneamiento pluvial, mejorando la evacuación de las lluvias. Además, se han diseñado aceras más anchas y accesibles y se ha instalado una nueva red de agua potable. Durante estos días, los operarios están concluyendo los últimos detalles de estas obras, que han dispuesto de un presupuesto de 344.926,96 euros, previstas en el plan de mejoras 2018-2019, financiadas con fondos de la Diputación de Valencia.

Con la iniciativa de regeneración de la calle Virgen del Olivar se ha conseguido aumentar la calidad urbana del entorno y aumentando la seguridad de los peatones, creando unas aceras más accesibles y seguras, que ahora cuentan con un ancho mínimo establecido por la normativa vigente en materia de accesibilidad. 

Otra de las medidas desarrolladas ha sido la instalación de una nueva red de conducción de aguas pluviales, inexistente hasta la fecha, así como la ejecución de imbornales a lo largo de toda la calle para la recogida de agua. “Con esta actuación se pretende dar solución al problema que había hasta el momento de inundaciones, puesto que es una de las vías más afectadas por las lluvias torrenciales en la ciudad”, explica la concejala de Sostenibilidad, Inma Amat. 

Por último, se ha renovado la red de agua potable con las correspondientes acometidas domiciliarias. Por este motivo se ha instalado una nueva red con las características adecuadas y con tuberías de fibrocemento. 

El pino y las oliveras, elementos de identidad de la calle

La historia de la calle Virgen del Olivar, que caracterizó a la misma con el nombre popular de “Carrer del Pi”, ha definido las especies arbóreas a instalar en la calle. Así, se han instalado en maceteros pequeños olivos, creando un espacio ajardinado, que enriquecen el paisaje urbano y propician un espacio amable para el peatón. Y próximamente se plantará un pino que recordará los orígenes de la vía y que se convertirá de nuevo en el elemento de identidad del Carrer del Pi.