
"Los trabajadores de La Cotxera no fuimos los culpables de su cierre"
Los representantes de los ex trabajadores del centro deportivo de la Cochera acusan en el Ayuntamiento del abandono de las instalaciones que acabó con el cierre del centro hace algo más de dos años
Representantes de los ex-trabajadores del centro deportivo de la Cochera acudieron al pleno ordinario de abril para protestar por la situación de desamparo que dicen "sentir" por parte del gobierno de Ros. El pleno de diciembre de 2016 aprobó la moción de Ganando para priorizar las candidaturas de la antigua plantilla, una vez se reabrieron las instalaciones pero finalmente no ha sido así, puesto que la empresa que gestiona ahora el centro deportivo ni siquiera ha entrevistado a los extreballadors que enviaron losseuscurriculums a la nueva empresa.
Por este motivo, los ex empleados se han visto "engañados" por el gobierno de Ros, "nos llega la noticia que justo en la comisión anterior al pleno,se llama que las mociones aprobadas en los plenos no tienen por qué ser ejecutadas. Por el que nos preguntamos para que estamos perdiendo el tiempo aquí, como teatro romano", se pregunta sus representantes.
Además quieren dejar claro que ellos no son los culpables del deterioro a la cual llegaron las instalaciones y finalizó con el cierre después del abandono de la empresa que gestionaba el complejo deportivo. Los trabajadores recuerdan que la piscina ha sido durando años colegio electoral, "donde en ocasiones se tuvo que llamar a electricistas, por problemas con el sistema eléctrico. Claro era importante que no se estropeara el material informático , pero no era importante que los trabajadores y usuarios pudieran electrocutarse. Total ellos iban a estar una horas y nosotros los 365 días del año. Vuestro porcentaje de probabilidad era menor".
Afirman que el Ayuntamiento era conocedor de las condiciones que estaba atravesando el centro como la falta de jabón que solucionaban con un jabón casero para poder limpiar, trabajaban más horas de las permitidas sin cobrarlas, incluso la instalación se llegó abrir hasta sin reloj en la sala de actividades que sustituían por uno que regalaban en un supermercado. Incluso hablan de "condiciones infrahumanas" en el trabajo. "Y a pesar de todo esto seguíamos viniendo a trabajar e intentando fidelizar en la gente".
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