
POLÍTICA
Compromís per Torrent decidirá este jueves su voto en los presupuestos
La formación nacionalista, de carácter asambleario, decidirá este jueves por la noche en la sede de su agrupación el voto a los presupuestos municipales de 2017. Cerca de un centenar de militantes tendrán en su mano la aprobación de las cuentas del ejecutivo socialista, que no ha logrado hasta el momento el voto a favor de ningún grupo político de la oposición.
Los presupuestos municipales, que siguen prorrogados desde el 1 de enero, siguen atascados tras varias semanas de negociaciones. Sin mayoría absoluta, y con voto en contra del PP asegurado, el concejal de hacienda socialista, Andrés Campos, trata de conseguir la abstención del resto de grupos municipales para aprobar las cuentas municipales con el voto de calidad de alcaldía.
A principios de mes se realizó una comisión de Hacienda para tratar los presupuestos, y a pesar de las negociaciones paralelas, nada está asegurado para los socialistas. El voto negativo de otro grupo más dejaría sin aprobar las cuentas este año y pondría en riesgo varios millones en ayudas europeas.
La Asamblea de Compromís vuelve a ser decisiva
La escena se repite. Los militantes de Compromís Per Torrent decidirán a mano alzada. En 2015 el patio rosa fue el escenario para una votación decisiva para hacer o no alcalde al socialista Jesús Ros. Esta vez la votación será menos irreversible pero no menos importante. Los nacionalistas se muestran contrarios a apoyar las cuentas del año que viene, y meditan una abstención a los socialistas, a los que acusan de no haber cumplido gran parte de los acuerdos plenarios de los presupuestos del año pasado, llegando incluso a barajar un no a los presupuestos.
Con la incertidumbre del voto de Compromís, ha entrado en juego Ciudadanos, que trata sacar provecho del rio revuelto, y ha pedido como condición a su abstención la aprobación de varias partidas relacionadas con mociones presentadas por su grupo municipal. Desde la formación naranja creen que la unión de la ciudad a la red catalanista Ramón Llull ha sido un “peaje” que han pagado los socialistas para evitar el no, y consideran que finalmente habrá presupuestos.
Otro grupo que ha entrado de lleno también en las negociaciones ha sido Guayant, que con un solo concejal podría desbaratar los planes de los socialistas. Tras exigir reducciones en las partidas de Fiestas, Fallas, Semana Santa y Moros y Cristianos de hasta el 40%, su postura cercana al no obligó a Ros a mantener nuevas reuniones con Santonja. La formación, que integra a Izquierda Unida y colectivos ciudadanos ha mostrado en asamblea su posición contraria a los presupuestos que consideran insuficientes en algunas materias sociales.
Los presupuestos municipales, que siguen prorrogados desde el 1 de enero, siguen atascados tras varias semanas de negociaciones. Sin mayoría absoluta, y con voto en contra del PP asegurado, el concejal de hacienda socialista, Andrés Campos, trata de conseguir la abstención del resto de grupos municipales para aprobar las cuentas municipales con el voto de calidad de alcaldía.
A principios de mes se realizó una comisión de Hacienda para tratar los presupuestos, y a pesar de las negociaciones paralelas, nada está asegurado para los socialistas. El voto negativo de otro grupo más dejaría sin aprobar las cuentas este año y pondría en riesgo varios millones en ayudas europeas.
La Asamblea de Compromís vuelve a ser decisiva
La escena se repite. Los militantes de Compromís Per Torrent decidirán a mano alzada. En 2015 el patio rosa fue el escenario para una votación decisiva para hacer o no alcalde al socialista Jesús Ros. Esta vez la votación será menos irreversible pero no menos importante. Los nacionalistas se muestran contrarios a apoyar las cuentas del año que viene, y meditan una abstención a los socialistas, a los que acusan de no haber cumplido gran parte de los acuerdos plenarios de los presupuestos del año pasado, llegando incluso a barajar un no a los presupuestos.
Con la incertidumbre del voto de Compromís, ha entrado en juego Ciudadanos, que trata sacar provecho del rio revuelto, y ha pedido como condición a su abstención la aprobación de varias partidas relacionadas con mociones presentadas por su grupo municipal. Desde la formación naranja creen que la unión de la ciudad a la red catalanista Ramón Llull ha sido un “peaje” que han pagado los socialistas para evitar el no, y consideran que finalmente habrá presupuestos.
Otro grupo que ha entrado de lleno también en las negociaciones ha sido Guayant, que con un solo concejal podría desbaratar los planes de los socialistas. Tras exigir reducciones en las partidas de Fiestas, Fallas, Semana Santa y Moros y Cristianos de hasta el 40%, su postura cercana al no obligó a Ros a mantener nuevas reuniones con Santonja. La formación, que integra a Izquierda Unida y colectivos ciudadanos ha mostrado en asamblea su posición contraria a los presupuestos que consideran insuficientes en algunas materias sociales.
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