Podemos ve "luces y sombras" los 100 días de Ros

Desde Podemos Torrent han valorado los primeros cien días del PSOE en el Gobierno Local como “un periodo de luces y sombras”. Aunque reconocen que al coincidir en buena parte con el periodo estival la actividad ha estado por debajo de lo normal, ya hay suficientes elementos de juicio como "para anticipar o incluso temer en qué va a consistir la política de la alcaldía los próximos años". Aunque los catorce puntos que constituyeron el acuerdo de investidura fueron valorados muy positivamente por la formación de Pablo Iglesias, “la negativa de Ros a pactar los sueldos y retribuciones en lo que hubiera sido el punto número quince hizo que nos saltaran todas las alarmas”, comentan desde el Consejo Ciudadano Municipal. “Ni este alcalde ni este PSOE se nos antojaron desde un comienzo capaces de afrontar una renovación profunda, dado que muchos de los problemas actuales de Torrent tienen su origen en los años que pasaron en la alcaldía con un poder casi hegemónico ¿Se podía esperar, pues, un cambio profundo por parte de quien ha demostrado ya en el pasado un talante profundamente conservador?”, se preguntan.

“No podemos olvidar tampoco que este giro nominal hacia posiciones propias de un gobierno de cambio pudieron estar forzadas por la aritmética política del Ayuntamiento, dado que los socialistas necesitaban forzosamente a Compromís y a Guanyant por la imposibilidad de utilizar la muleta de Ciudadanos, probablemente mucho más natural para este Psoe”, apuntan desde Podemos, “lo que hace que sospechemos que una vez pasado el interés mediático inmediatamente posterior a las elecciones haya cada vez más decisiones de corte conservador y que busquen el apoyo tácito o explícito tanto del partido de Rivera como del Partido Popular”.

En este sentido, a la negativa a controlar los sueldos con estándares más propios de los tiempos de crisis se ha sumado reciéntemente la confirmación de que este Ayuntamiento va a seguir participando oficialmente en celebraciones religiosas. “No esperábamos que Jesús Ros renunciara a una de sus señas de identidad tradicionales y dejara de cortejar a la Iglesia Católica, participando en procesiones y demás actividades religiosas de forma oficial y negándose a avanzar en la aconfesionalidad religiosa”, aseguran desde la agrupación local del partido de Pablo Iglesias. “Obviamente no nos ha defraudado, y para ello además ha buscado la aquiesciencia de las fuerzas más regresivas del municipio. Entendemos que se trata de un gesto que no por previsible resulta menos preocupante. Le recordamos a Jesús Ros que pertenece a un partido laico, que existen en Torrent más confesiones aparte de la católica y esperamos que sus militantes y votantes tomen cumplida nota.”

El Consejo Ciudadano echa también de menos una apuesta más decidida por las políticas de cambio que se están aplicando en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, y aseguran que el descanso propio de las vacaciones de verano no puede ser una excusa cuando la comparación hace que la labor del Gobierno local carezca de ideas imaginativas y originales. “La decisión unilateral y con sospechas de clientelaje sobre la publicidad institucional, la carencia de políticas de participación ciudadana efectiva y la falta hasta ahora de iniciativas importantes de choque para abordar los problemas del paro y la vivienda nos hacen pensar que carecían, a diferencia de las fuerzas realmente de cambio, de un plan de Rescate Ciudadano o, al menos, de la voluntad de ejecutarlo”, concluyen.

Desde Podemos Torrent reconocen que el Gobierno de Jesús Ros ha dado algunos pasos positivos, sobre todo en lo relativo a la denuncia de los despilfarros del anterior equipo del Partido Popular, “pero sabemos que esto forma parte de la lógica del bipartidismo, una escenificación de un conflicto que sin embargo nunca aborda el cuestionamiento profundo del actual marco socioeconómico. Se pelean por lo anecdótico mientras llegan a acuerdos en lo fundamental”. Por todo ello, “desde Podemos nos mantendremos vigilantes y buscaremos acuerdos con otros partidos con representación institucional para denunciar cualquier desvío de lo que entendemos que debe ser una política participativa, de cambio y que ponga como prioridad el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas de Torrent y no la autoperpetuación de un partido con voluntad hegemónica”, finalizan.