Guardians y Almoravits conquistan Torrent con sus ejércitos

Guardians y Almoravits invadieron la ciudad con música y color en una Gran Entrada multitudinaria que reunió a cerca de diez mil personas. Juanjo Navarro, capitán cristiano, hizo entrada en la Torre sobre un dragón acompañado  de sus tres hijas y escoltado por sus dos escuadras más fieles mientras que el capitán moro, Manuel Iborra, bajó en carroza acompañado de su mujer y su nieto precedido de un fastuoso boato de bailes y caballos. Cerca de 80 escuadras desfilaron este año con xarangas y bandas de música de Torrent, la comarca y de la provincia de Alicante.
 

Poco antes de caer la noche comenzaba la entrada cristiana. Las damas de Na violant, capitanía del año pasado abrían con paso firme el desfile. Tras ellas, la Orden de Montesa y las ballesteras, que sorprendieron con sus trajes y haciendo una de sus escuadras la bajada descalzas. Tras ellas, le seguían los conqueridors, maquillados para la guerra. A mitad del bando moro la alferecía contrabandista mostró sus grandes navajas y su peculiar estilo al son de pasodobles, y al frente de ellos, el alferez Francisco Castilla acompañado de su mujer e hijo. El resto de las 12 filás cristianas se completó con los valerosos Almogavers y su tamborada, Hospitalaris, Forquers y Comilitons, que volvió a bajar en batallón de 36 hombres. Le seguía Templaris, por útimo los cavalleros y damas del Cid. Completando el ejército cristiano se encontraba la capitanía Guardiana que presentó un boato onírico, en el que un ballet representaba las tinieblas de la guerra antes de la batalla. Dos caballos batidores abrían camino a las dos escuadras guardianas, antes de la llegada del Capitán "Pancho" sobre una carroza espectacular con la imagen de un dragón en la que también se encontraban sus tres pequeñas hijas.

Bando moro

Sobre las once de la noche comenzaba en Montesión el desfile moro, que finalizaría cerca de las dos de la madrugada en Trinitarias. A esa hora salía la primera comparsa mora de Omeyas, capitanía del año pasado. A ellos le seguió la comparsa berberiscos, que contó con la presencia entre sus filas del famoso humorísta maño de los años setenta Fernando Esteso, que incluso se atrevió a hacer de cabo. Tras ellos siguienron Beduïns, los negros Abassies y Almohades. La alferecía mora de Alfaquíes se avanzó mostrando dos elegantes danzas y escuadras tras las que aparecía Pascual Baviera como alférez. El boato, a ritmo de música mora continuó con las dos escuadras moras de Muladins y las numerosas ordes de Buadinss. Para acabar el bando de 12 comparsas moras aparecieron Sumayils, Califats Sarraïns y las moras Benimerines. Un caballo con estandarte avanzaria el espectacular boato moro con dos bellas danzas moras, y música de Ontinyent. Un grupo de caballos abría camino y le seguía un espectacular grupo de lucha a caballo y tierra de la Vila-joiosa. Un caballo batidor con saltos espectaculares anunciaba la escuadra de negros que protegía al capitán moro sobre una carroza y acompañado de su mujer y nieto. 

La Torre mora, pero de corazón cristiano
Los moros y cristianos celebran un año más estas fiestas con los resultados de los estudios realizados hace cuatro años por arqueólogos y las pruebas realizadas con carbono 14 que atestiguan, sin lugar a duda, el origen musulmán de la fortificación (construida en el año 1070 ± 35 años), antes de que llegará Jaume I a Valencia.
Así pues otro año más Torrent cumple con la tradición y, a pesar de saber el origen musulmán de la Torre, los moros han tenido que cederla a los cristianos en esta lucha festiva y ritual.