Muere el dueño de un bar tras asestarle una puñalada en el pecho

Francisco A.P de 57 años de edad y dueño de un bar en la calle San Valeriano recibió una puñalada de manos de un vecino y conocido del barrio la madrugada del pasado lunes. Todo comenzó, la misma tarde del lunes cuando el fallecido se negó a servir más alcohol a Brahim H., de origen marroquí de 43 años y lo echó del local. El presunto asesino amenazó al dueño del local y le advistió con un "volveré". Y cumplió su amenaza. Horas más tarde se personó en la acera de enfrente del local y esperó a que Francisco cerrará el bar. En un momento de descuido del fallecido, Brahim H se abalanzó sobre él y le asestó una puñalada en el pecho gritando,s egún relato de los vecinos, "esto es por lo de esta tarde". El dueño del bar, gravemente herido, intentó desplazarse hasta el centro de salud de Pintor Rivera pero se desmayó en su intento. Un ambulancia trasladó a Francisco al Hospital de La Fe, todavía vivo pero falleció horas más tarde en el centro hospitalario de Valencia. Casualmente pasaba por allí una patrulla de la Policía Local vio huir la sospechoso y lo detuvo minutos más tarde del suceso. El presunto asesino todavía llevaba en la mano el arma del crimen y las manos ensangrentadas. Los agentes tuvieron que desenfundar sus pistolas, ya que Brahim H. amenazó a un testigo que corrió a socorrer a la víctima. "San Valeriano a oscuras" La casualidad hizo que esa misma noche este céntrica calle de la ciudad se quedará sin alumbrado público y el presunto asesino aprovechó esa circunstancia para atacar a su víctima. Y es que ya lo tenía todo pensado, ya que, cuando fue expulsado del local de Francisco, siguió bebiendo en otro bar de la misma calle y comentó lo sucedido con el dueño del mismo. Comentó además que pensaba matarlo pero las personas que se encontraban en el local no se creyeron sus intenciones al pensar que se trataba de un "borracho más". Sobre las 21:00 horas el presunto asesino, espero en un bar próximo a la calle San Valeriano a que Francisco cerrara su local. Mientras tanto se dedicó a beber cerveza y a relatar lo que tenía pensado hacer. "Nadie le creyó quién iba a imaginar que iba a hacer algo así". 45 minutos después se marcho del bar a esperar a su víctima. Parece ser que desde esa hora hasta las 23:00 horas en las que sucedió el crimen, el presunto asesino fue a su casa a por un cuchillo jamonero que utilizó para presuntamente asestar una puñalada de muerte a Francisco.