La peatonalización del casco antiguo divide a vecinos y comerciantes

Unos a favor y otros en contra. Un total de 10 comerciantes han acudido al Ayuntamiento para hacer entrega de 2.966 firmas de particulares y 64 comercios en contra de la peatonalización de Sagra y San Cristóbal. "Pedimos que las dos calles se abran al tráfico de lunes a jueves y se cierre los fines de semana y los festivos". Según han declarado, "la peatonalización de estas dos calles, aísla no sólo a los comercios de las calles Sagra y San Cristóbal. Asfixia a todo un barrio poco poblado y no sólo se puede vivir de la gente que lo habita, para poder subsistir necesitamos del resto de la población, de los que nos conocen y visitan desde sus vehículos, de aparcamientos en la zona, etc". Según este grupo de comerciantes, "la mayoría nos apoya, la peatonalización ha dejado al casco antiguo aislado y nos están ahogando". Y afirman que, "vamos a seguir movilizándonos para la peatonalización parcial". Pero los comerciantes a favor de la peatonalización no piensan lo mismo, "nosotros estamos encantados, pasa mucha más gente y se paran tranquilamente a mirar los escaparates, si no compran más es porque no hay más dinero". Este grupo de comerciantes también están recogiendo firmas a favor. Y continúan afirmando que, "lo que necesitamos es movernos y realizar iniciativas que atraigan a los compradores, crear ilusión y no crear enfrentamientos". Según nos han comentado los propietarios de los negocios de la calle Sagra, "menos tres negocios, el resto estamos a favor de la peatonalización, nuestros proveedores pueden descargar la mercancía con más tranquilidad". Una vecina de la calle también ha querido apoyar la peatonalización, "ahora hay menos ruido y vivimos mejor". "Niños jugando y corriendo" El propietario de una cafetería de la calle San Cristóbal lo tiene claro, "cerrar estas dos calles al tráfico es lo mejor que podían haber hecho. Ver a niños jugando o con sus bicicletas en medio de la calle es una imagen mucho más agradable que ver coches pitando, por ejemplo". Otra vecina de la zona afirma que "nuestra calidad de vida ha aumentado y ahora podemos vivir más tranquilos". Pero no todo es positivo para los comerciantes que han pedido la apertura de las dos calles al tráfico, "algunos de nosotros, bastantes, llevamos, veinte, treinta años, incluso varias generaciones con nuestros negocios, y también tenemos nuestros estudios, que son el día a día, mes a mes, y año tras año, que afirman que en Torrent, cada vez que se cierra al tráfico una calle por obras, fallas, moros y cristianos, semana santa, etc., nuestras ventas caen porque nuestros clientes no pueden acceder a nuestros comercios". "Si los comerciantes que están a favor dicen que han aumentado sus ventas, si fuera cierto, no estaríamos aquí y no nos tiraríamos piedras a nuestro propio tejado". Entre los comerciantes que son desfavorables a la peatonalización se encuentra el secretario de la Asociación de Comerciantes, Francisco Saldaña, "como comerciante estoy a favor de la peatonalización parcial, como secretario de la asociación pienso que hay que solidarizarse con el comercio y estamos dispuestos a mediar entre ambas posturas si fuese necesario". Seis meses de obras Los comerciantes han pedido una reunión con la alcaldesa de Torrent para tratar el asunto y llegar a un acuerdo sin imposiciones. Desde el equipo de gobierno se decidió estas Navidades pasadas dejar cerrada al tráfico completamente las dos calles. Finalizada la campaña se decidió mantenerlas cerradas al tráfico, lo que ha sido criticado por parte de los comerciantes, y defendido por otros. Las dos calles ya estuvieron cerradas al tráfico durante seis meses por las obras de reurbanización de las dos calles, financiadas con el PlanE, y que han cambiado por completo la cara a estas dos calles de continuo tráfico rodado. Desde entonces, el tráfico se ha desviado por la Plaça Major y la Avenida Al Vedat.