ENCUENTRO GLORIOSO
El sol acompaña al encuentro del domingo de resurrección
LA LLUVIA DEL DIA ANTERIOR CESÓ PARA PERMITIR A TERESA PUCHADES PRESIDIR EL ACTO MÁS IMPORTANTE DE LA SEMANA SANTA TORRENTINA
Torrent celebró multitudinariamente y con buen tiempo el día más importante de su Semana Santa. La lluvia del día anterior que amenazaba la última cita de la pasión local se transformó en sol aunque se mantuvo el frío y el ligero viento. Cerca de cinco mil torrentinos se acercaron a la Plaça Major para ver la apertura de la carxofa con las aleluias, el desvelo de la virgen, la figura del Cristo resucitado con el aleluia, y por supuesto la reina del encuentro de este año, que recaía en la hermandad del Ecce Homo.
Como manda la tradición desde hace cinco siglos, una joven, Teresa Puchades Benavides, encarnó la figura de la Reina del Encuentro que recuerda la figura de la virreina Germana de Foix en el siglo XVI. Con un vestido blanco con capa violeta, el color de su hermandad, y bordados de oro por el vestido y capa, Teresa descendió por la cuesta de Monte-Sión ayudada por 19 pajes vestidos para la ocasión.
A las diez y media de la mañana llegaba a la torre la protagonista de esta mañana, muy emocionada ya que su padre fue fundador de esta hermandad y no ha podido verla cumplir el sueño de toda su familia. Tras escucharse la frase tradicional de cada año, unas palomas de colores se lanzaban al aire y miles de frases o aleluias caían de la carxofa estrenada el año pasado. Aunque algunas quedaron atascadas arriba, cientos de ellas se repartieron por el suelo con anécdotas como la coincidencia de la Semana Santa en el Domingo de Ramos o la suspensión del encuentro de la verónica o la procesión de las cadenas. También hubo letras para la nueva alcadesa, el nuevo presidente de la junta de hermandades e incluso para las innovaciones en la altura de algunos pasos, o la ausencia de algunos otras tallas que siguen sin salir de procesión. En este esplendor de alegría de color, los cientos de capuchinos se quitan los gorros que rompen contra el suelo y dejan mostrar su rostro tras media semana de oración y silencio.
Hermanos de Ecce Homo fueron los primeros en felicitar a la reina que recibió de la curia local la palma de honor sobre la que se apoyaría en su camino hacia la iglesia arciprestal de la Asunción. La virgen ya desvelada fue la primera en entrar en la plaza de la iglesia, a la que le siguió la reina, y el Cristo resucitado.
A las puertas de la iglesia, la reina del encuentro entró escoltada por su hermandad que le hizo un pasillo antes de entrar en la misa mayor. Por último, el Cristo resucitado entro en la Asunción no sin antes escucharse con gran estruendo a toque de tambor y corneta la marcha de alegría, uno de los momentos más emocionantes de la procesión gloriosa.