El Hotel Lido cierra sus puertas tras 40 años de funcionamiento

Sobre las siete de la tarde salían por la puerta los últimos trabajadores del Hotel Lido. Lo hacían tras no haber conseguido que ningún responsable de la empresa les firmara la carta de despido. Sobre las dos y media de la tarde un notario llegó para certificar el cierre que no pudo producirse al encerrarse en la cafetería los 26 trabajadores del centro. Varios efectivos de policía local nacional se encontraban en el lugar para prevenir altercados. Finalmente, y tras esperar todo el día la llegada del juez de guardia los trabajadores y trabajadoras decidieron volver a casa ya que se les podía hacer responsables de lo que ocurriera dentro del recinto. Esta mañana se encontraron la puerta cerrada. La situación del Hotel Lido, el más antiguo de la ciudad y con una historia viva en los cientos de bodas y actos celebrados durante 40 años, ha ido deteriorándose desde hace unos meses. El pasado día 10 de julio la junta de accionista acordó la disolución de la empresa. En esos momentos se debía haber nombrado a un liquidador judicial que llevara a cabo todos los pasos pertinentes. Pero esto tampoco ocurrió, creando un vacío legal de poder en la sociedad compuesta por cuatro socios: Jose Ramón Alacreu y Francisca Alacreu, José Tarazona y Agustín Baixauli. Desde entonces se han acelerado los acontecimientos. Hace unos meses el rumor se extendía y los convites de bodas y otros actos se han ido deribando. Ahora le tocaba el turno al Hotel, uno de los más famosos de la comarca por su entorno boscoso en el barrio residencial de El Vedat de Torrent. La falta de un liquidador ha hecho que los trabajadores hayan dejado de trabajar pero legalmente sigan prestando sus servicios en una empresa cerrada. Con la certificación del guardia de seguridad de la zona de Santa Apolonia, los trabajadores realizarán demandas individuales en los juzgados. Según los delegados sindicales de CC.OO tienen pendiente por pagar la nómina de julio y las pagas extraordinaria de diciembre, marzo y junio. "No nos han dejado de pagar las mensualidades porque hubiera acortado los plazos", señalaba Onofre Orriols. Para Julio Bayo, otro de los representantes sindicales, "lo que más nos preocupa ahora es poder tener una carta de despido para poder ir al paro y poder recibir prestación. Aquí hay mucha gente que tiene que comer, tiene familia, y ahora no sabemos cuando cobraremos". Igual que julio se encuentra otros 25 trabajadores, que ahora tendrán que ir al juzgado. "Esta mañana ha ido un compañero nuestro a trabajar a las siete de la mañana y estaba cerrado. Lo hemos certificado y con esto y el informe policíal y la ayuda del sindicato comenzaremos las acciones legales".