El PSPV dice que la inversión del estado en la provincia quintuplicá la de Camps
El portavoz socialista en la Diputación de Valencia, Rafael Rubio, y la portavoz adjunto y responsable de Economía, Cristina Moreno, han analizado hoy la incidencia “real” de los presupuestos de la Generalitat en la provincia de Valencia. En este sentido, Rubio criticó la “maniobra de confusión y la intención del Consell de liar a la gente con las cifras” ya que, según recordó, “el conseller Gerardo Camps anunció una inversión para la provincia de 325 millones de euros y tres días después el señor Cotino rectificó y anunció 1.006 millones de euros”. Para los socialistas ninguna de estas cantidades es “real” pues en estos presupuestos “los protagonistas han sido la ingeniería financiera y las jugadas lingüísticas”, porque, según explican, muchos de los proyectos que aparecen en 2009 “vienen de años anteriores o simplemente han cambiado el nombre para despistar”.
Rubio acusó al Consell de Camps de “maltratar” a los ayuntamientos con “inversiones escasas”, ya que, de los 265 municipios de la provincia (sin contar con Valencia ciudad) sólo 91 recibirán inversión directa de la Generalitat. No obstante, aunque aumenta el número de municipios respecto al año anterior (que eran 77) la cantidad de dinero es “prácticamente la misma: 126 millones de euros”. Sin embargo, de esos 126 millones sólo 95 millones son “reales” porque 31 corresponden “o bien a obras ya ejecutadas como la línea 5 del metro o bien a proyectos que se arrastran de otros años pero que aparecen con un nombre distinto en 2009 para despistar”. Una situación que, para los socialistas, “es dramática si la comparamos con la inversión del Gobierno de Zapatero en la provincia, pues el Ejecutivo central invertirá en 2009 1.548 millones de euros lo que significa que Zapatero invierte cinco veces más de lo que va destinar el Consell de Camps a la provincia”.
ENMIENDA DEDUCCIONES IRPF
Por su parte, la portavoz adjunta y responsable de Economía del grupo parlamentario en Les Corts, Cristina Moreno, recordó la “postura responsable” de los socialistas ante los presupuestos de la Generalitat al “poner en valor la importancia del consenso político y la unidad política en momentos difíciles como la crisis que vivimos a nivel mundial”. Por ello, apuntó que no presentarán enmienda a la totalidad porque “estamos dispuestos a tender la mano al PP si de verdad reacciona ante la crisis”. Sin embargo, lamentó que “el problema fundamental es que los presupuestos no responden a la situación actual”, porque son “más de lo mismo”. La responsable socialista matizó que “la austeridad de la que alardea el Consell es pobreza, porque austeridad es recortar gastos superfluos para invertirlos en lo que es necesario y eso no ocurre, ya que, ni se recorta en publicidad institucional ni en altos cargos y, en cambio, se recortan las partidas las inversiones productivas, que disminuyen el 12%, y las partidas de fomento de empleo”.
Por eso, los socialistas criticaron la “escasez de medidas nuevas” aunque recordaron que ya han presentado una enmienda a una de las “medidas estrella del Consell como la famosa deducción por la subida de los intereses de las hipotecas”. De esta manera, Moreno explicó que el grupo socialista ha pedido que “se aplique durante el primer trimestre de 2009 y no se espere hasta 2010” porque, según señalaron, “lo que no ha dicho el PP es que al tratarse de una deducción del IRPF de 2009, los valencianos y valencianas no podrán beneficiarse de esta medida hasta que hagan la declaración en mayo de 2010 y, por tanto, sin ningún efecto en las cuentas de aquellos hogares que puedan beneficiarse de esto”.
En este sentido, la diputada socialista explicó que, ya que, esta medida supone un beneficio de 43 millones de euros repartidos entre 517.000 contribuyentes, es decir, “84€ al año, 7 € al mes, que se deducirán en 2010, el Consell no tiene porque esperar tanto y aplicarlo en el primer trimestre de 2009”.
“NI PARA DOS CAFÉS”
Por otra parte, el portavoz socialista en la Diputación también se ha referido a la inversión que los presupuestos de la Generalitat contemplan para la Diputación de Valencia y aseguró que “es más dramática que la del año pasado”. El total de transferencias que se contemplan alcanzan los 4.703.259 euros que divididos por la población de la provincia significa una inversión 1’89 euros por valenciano lo que, según ironizó Rubio, “no nos llega ni para tomar dos cafés”. Además, explicó que la cantidad presupuestada es menor que la del año pasado donde se contemplaban 5.035.000 euros aunque señaló que este dinero siempre es “teórico” porque en la práctica “se ha demostrado que el estado de bancarrota de la Administración de Camps llega hasta tal punto que es la propia institución presidida por Rus la que tiene que hacer frente a los gastos de la Generalitat y actuar como si fuera su cajero automático particular”.
Para Rubio, el Consell de Camps “paga tarde y mal” y, como ejemplo, recordó que dos millones de euros presupuestados para carreteras “son los mismos que figuraban el año pasado y que no se transfirieron”. Además, el responsable socialista señaló que la inversión en la Diputación de Valencia contrasta con la inversión a las otras diputaciones, ya que, la de Castellón recibirá casi 11,8 millones de euros y se preguntó si “los favores que Camps le debe a Fabra los está pagando vía trasferencias de la Administración pública a la institución que preside”.
“JUGADA LINGÜÍSTICA”
Por último, el grupo socialista en la Diputación ha analizado la inversión directa a cada municipio de la provincia y de este análisis se desprende, según ha explicado Rubio, que “muchos de los proyectos se repiten o cambian de nombre para despistar”. Por ejemplo, el centro ocupacional de Moixent que “ha figurado en los presupuestos durante tres años no existe, de hecho, en ese municipio sólo hay un solar y no se ha puesto ni una piedra”.
Además, apuntó que “a la ingeniería financiera habitual del PP, hay que añadir también la jugada lingüística porque existen numerosas partidas con nombres maquillados como, por ejemplo, un aparcamiento de coches pasa ahora a ser una intermodalidad ferroviaria, o lo que era conexión viaria ahora es enlace”. Para Rubio, este “juego lingüístico que sólo pretende camuflar las inversiones repetidas”.