Cuatro empresas se presentan al servicio de recogida de animales abandonados

La sala de reuniones de la quinta planta del Ayuntamiento albergó el pasado 26 de febrero la apertura de los sobres con documentación administrativa y en segundo lugar los sobres con documentación técnica. El siguiente paso será la comprobación de la documentación por si alguna empresa queda excluida, y posteriormente se procederá a la baremación de la parte técnica. “Una vez realizado este proceso se abrirá el sobre tres de la oferta económica, pero antes se puede pedir que se subsane alguna deficiencia en la documentación presentada”, ha informado Campos, que espera que el proceso esté cerrado antes del 21 de marzo, fecha en la que finaliza el actual contrato de servicio de recogida.

La convocatoria, aprobada inicialmente en junta de gobierno el 29 de junio, tuvo que ser nuevamente repetida hace cuatro meses por procedimiento de urgencia tras quedar desierta al superar todas las empresas presentadas el máximo presupuestado. Como consecuencia de ello se adjudicó de forma temporal a Gossos D’Alpe por un plazo de 4 meses, tiempo suficiente para lanzar una nueva convocatoria y crear el consejo animal de la ciudad en el que participan varias protectoras de animales.
 
 

Sacrificio cero y polémica expulsión del pleno
La renovación del servicio de recogida y custodia de animales abandonados fue uno de los temas que destacaron en campaña con un compromiso por parte de los grupos políticos de cumplir con el sacrificio cero de animales. Las quejas de las protectoras de animales de la ciudad por el servicio de La Pinada hicieron que los partidos se comprometieran a que no seguiría esta empresa.

La polémica surgió cuando el nuevo gobierno presentó una adjudicación con un importe que según los animalistas iba a provocar que no se cumpliera el sacrificio cero. A pesar de aumentarse los requisitos a las empresas no se aumentaba el presupuesto, motivo por el que ninguna de las ofertas se ajustó al precio presentado. La presión de los animalistas llegó hasta el pleno municipal con una tensa sesión en la que el alcalde, Jesús Ros, expulsó a los animalistas que cortaron el pleno para protestar.