Contrabandistes y Alfaquíes muestran sus ejércitos en la Gran entrada

Con un espectacular boato moro finalizó ayer la Gran Entrada de Moros y Cristianos que a pesar de ser día entre semana contó con más de siete mil espectadores. El cumplimiento de los horarios permitió que el capitán alfaquí, Rigoberto Mora, pasara junto a su hija Pepa Mora por la Torre elevado por veinte porteadores. Dos horas antes, el capitán cristiano contrabandista, Diego Herreros pasaba sobre una doble gran carroza junto a la torre triunfalmente acompañada de su mujer y favorita.

Entrada cristiana

La entrada, que comenzó media hora antes que el año pasado para adelantar la finalización de la misma, comenzó con los compases cristianos de "Victor" y "Caballeros de Navarra". Con paso firme, la capitanía del año pasado, con Angel Llacer al frente, fue la vanguardia del ejército cristiano. Con tres escuadras de cincuenta hombres y una juvenil salieron sobre las ocho de la tarde cuando todavía había sol. Los siguientes en salir fueron els forquers de Torrent, con dos escuadras, y en tercer lugar las escuadras comilitonas, que este año estrenaban la primera parte de su traje propio en su décimo aniversario. Con las cruces comilitonas y colores marrones y negros avanzaron sesenta soldados. La siguiente filá en salir fue la de los Templaris, que este año también cumplían sus diez años de existencia. Además de las cuatro escuadras, los de Nacho Sánchez, aportaron de boato tres escuadras de pequeños. A esta le siguieron los caballeros y Damas del Cid con cuatro escuadras, dos señoriales y dos guerreras. En el intermedio de la entrada cristiana apareció por primera vez el boato de la alferecía de Guardians de Marcos Yago. Tres escuadras dieron npaso a un boato de una carroza llena de pequeños de la filá cristiana a la que le acompañó un ballet de Alcoi que interpretaba la "Ferida de deu". En la segunda parte de la entrada cristiana, y tras la alferecía aparecía la filá de Na Violant, formada por cuatro escuadras, y en la que se pudo observar la presencia de la alcaldesa de Torrent, María José Catalá con un traje guerrero cristiano. Tras ellos, y con el sonido de las piezas, "Montesa, Víctor y Caballeros de Navarra", entraron en liza los monteses con dos escuadras al mando de Amparo García y Jorge Zurro. Con la Real de Gandía, hizo acto de entrada bajando desde el Convent la filá femenina de las ballesteras con tres escuadras. Con solo una escuadra la filá de Conqueridors de la Torre continuaba el desfile el ejército cristiano. Por último, y antes de la capitanía, Almogavers las dos escuadras cristianas de Santo Tomás hacían el recorrido.

Boato cristiano de patillas, navajas y bandoleros

Descaro, y peculiaridad fueron las tónicas del boato cristiano de Contrabandistas de la Serra Perenxisa. Con cuatro bandas de música, y la música de "Amparito Roca" o "tomás Ferrus", comenzó el desfile de capitanía. Entrega de rosas, un baile flamenco bandolero abría el boato al que le siguió un baile de flamencas con grandes navajas y pasodobles. Tras ellos paso un gran trabuco y una gran navaja de cuatro metros de madera, a la que le siguió una mesa de comidas y viandas en carrozas llena de bandoleros. Con burros y entrega de regalos aparecían las tres escuadras. La primera de ellas, guerrera, estaba comandada por Nicolás Magán, mientras que la segunda, más flamenca fue acompasada por Jesús Andreu ambos con unas largas navajas y patillas. Por último, la tercera escuadra fue abierta por el hijo del capitán moro, Rigo, que da la casualidad que pertenece a la escuadra cristiana. Por último hizo presencia el capitán Diego Herreros subido sobre una gran carroza doble en la que le acompañaba su favorita y mujer. A su paso un gran castillo de fuegos artificiales destellaba sobre la torre cuando llegaba a su paso. Una torre, que debido a las obras de restauración ha estado cubierta parcialmente con una lona adornada.

Entrada Mora

Sobre las doce comenzaba el desfile de los moros torrentinos. El grup de dolçainers i tabaleters la Xafiga de Muro de Alcoi cambiaba las melodías rápidas y marcadas por las dulces, sonoras y más lentas composiciones moras como "Moros de l' Alqueria. Dos escuadras de Muladins, capitanía del año pasado iniciaban la bajada del Convento ante un escenario nocturno lleno de luces y a rebosar de público esperando ver los primeros trajes moros. A esta escuadra le siguió la comparsa de Buadins, la más numerosa y la más antigua de la ciudad con 21 años de historia. Ocho escuadras con más de noventa personas, seis bandas de música que entre otras interpretaron el popular Ximo continuaron con el desfile moro. Una gran carroza haima acompañaba a las huestes buadin'ss junto a un caballo. Tras ellos, Cuatro escuadras de Sumayl's con la música de la Unió Musical de Torrent, desfilaban bajo los colores marrones y amarillos que les caracterizan. Otras cuatro escuadras de Sarrains le seguían, con música de la banda Los Rosales de Bolbaite. Tras ellas, dos grandes escuadras de moras benimerinas hacían acto de presencia. Almoravits, que este año partían como Alferecía. Cerca de cuarenta moros festeros desfilaban en un boato que contó con un ballet de la Cort "Grup de ball Walk-dance" y dos caballos con estandarte. El alferez Vicent Bacete aparecía sbre una gran carroza acompañada de su favorita, Susi Comes, y el grupo solfamilaina de Torrent. Tras el boato de alferecía, los Omeyas les seguían el paso. Dos escuadras, y la "caravana" sonaban entre el murmullo de la gente y la expectación, que abarrotaba la bajada del Convento hasta el Raval. La siguiente comparsa en aparecer fue la Berberisca, tres escuadras salían al paso, con los pañuelos piratas en la cabeza. Esta comparsa también cumple diez años este verano, pero la carroza prevista y esperada pr muchos para su conmemoración finalmente no salió como boato. La siguiente comparsa en salir fue la de Beduins, cuatro escuadras pasaba por la Torre. Ataviados con sus trajes rojos, blancos, y azules, y dos escuadras alquiladas, daban paso a los abbasies, como siempre, muy caracterizados con trajes africanos. Cerca de treinta personas salía este año de esta comparsa exclusivamente masculina. Para acabar, Almohades comenzaron su desfile con dos escuadras y la banda Unió Musical de Estivella que interpreto obras como Sisco, Ximo o Caravana.

Boato moro realista y sinfónico

Pasada la una de la madrugada llegaba el capitán moro a la Torre. El boato moro estuvo repleto de caballos, que mostraron sus baile al son de la música de Ximo. Una gran carroza de niños adelantaba el boato que contó con cuatro bandas de música, entre ellas la del Círculo Católico de Torrent. Con una puesta en escena impecable, primero apsaron porteadores de cofres, y arcones de tesoros, y también una escuadra de vencidos, y una escuadra de mujeres moras, que de forma excepcional salió en la bajada, ya que Alfaquies es una comparsa solo de hombres. Tras la primera escuadra comandada por Luis Muñoz apareció una carroza y cabo batidos, al que le siguió la escuadra de Vicente Soler. Tras él apareció el gran visir con las llaves de la ciudad y el ballet de alcoy de Ana Botella. Con este preludio, se veía ya llegar al capitán moro porteado por veinte hombres que alzaban al capitán moro y a su favorita a pulso conforme llegaba a la Torre, momento en el que una lluvia de papeles y fuegos artificiales anunciaban su llegada. Pero todo no acaba ahi, el largo boato moro continuó posteriormente con un baile de negros de Bolufer de Alcoy y un cabo batidor lobo. La última escuadra fue la más impresionante por el maquillaje que interpretaba la piel de un animal sobre la cara. El boato, finalizó con el reparto de dulces a los muchos espectadores que esperaron hasta el final para ver el último momento de la gran entrada.