“El XXV aniversario va a suponer un salto para esta fiesta"

Son los abanderados moro y cristiano de 2013. Amparo, a la que no le ha pasado factura la crisis de los 40, es esteticista. Vive en el antic carrer de Pila, está casada y tiene un hijo todos ellos son festeros moros Muladins. Se apuntaron toda la familia en este “embolao” en 2007 por mediación de una amiga el año de la capitanía.

Por su parte, los Hospitalaris tienen a Pepe Fajardo como Alférez. Nacido en Albacete, está casado y ya cumplidos los 66 años, el “Mamposter” está cediendo la empresa de construcción familiar a su hijo. Pepe se apuntó a ciegas, sin ni siquiera haber pisado la filà, animado allá por el año 1995, poco después de formarse la filà.

La crisis ha hecho que baje el censo festero y en el caso de ambas se han dado bajas, pero han sabido adaptarse. Para Amparo, “la crisis se ha superado bien, han habido bajas, pero se han vuelto a apuntar más, pero no hemos bajado cuotas”. En el caso de Hospitalaris, “se ha echado mano del ingenio, ser más austeros” o tener menos lujos como no alquilar trajes y confeccionarse su traje para la bajada como Muladins el año pasado.

Este año se ha aprobado una normativa sobre sedes festera, un tema de conversación recurrente y que obliga cada año a buscar kábila o caserna para las fiestas. En el caso de Hospitalaris la tienen en propiedad y es un “toda una tranquilidad” afirma Pepe, pero Muladins no. “Hemos pateado lo que no está escrito, porque todos queremos estar cerca de la Torre,, pero afortunadamente hemos encontrado un buen sitio en la calle Cervantes”

El adelanto del nombramientos de cargos ha sido bien visto por los dos alféreces. Para Pepe, “como está enfocado ahora está bien, ya que coincide con el año que nos toca y no año vencido”. Lo que no se ha visto bien ha sido la propuesta de cambio del recorrido de la entrada. Para Amparo, “el público va donde está la entrada y cambiar el recorrido por un callejón como la calle Sagra es difícil que mejore el recorrido”.

A pesar de ser festeros veteranos, aún no ven ni quieren que les den el relevo. “A mí cuerda me queda” señala Pepe, y le asiente Amparo. “Ya llegará el cambio generacional, pero de momento son pequeños o aún jóvenes.

Sobre el XXV aniversario de la fiesta, ambos consideran que este aniversario va a ser positivo. Pepe considera que “los actos van a servir para dar reconocimiento a esta fiesta y ponerla como mínimo a la altura de Fallas y Semana Santa”, y Amparo cree que ya “se podría solicitar que fuera una fiesta de interés turístico autonómico”.

Del boato, como es tradición, ningún de los dos quiso revelar nada. “Será innovador y con gusto, o sea, muladí”, señala Amparo. En el caso de los hospitalaris, que cumplen su 20 aniversario, “cosas habrá, cosas no vistas hasta ahora, pero sin solapar a las capitanías”, dice Pepe, aunque reconocen que seguro que les ocultan algo.