Torrent celebra una Entrà de la Flor "europea"

Con una cordá de 3.600 cohetes junto al mercado municipal provisional finalizó el traslado de la Entrà de la Flor. Cerca de sesenta clavarios han acompañado la rama de almendro florida que fue bendecida en la iglesia arciprestal. La Entrà de la Flor de este año es la primera con la nueva normativa europea que obliga a tener un seguro y realizar un curso sobre el uso de pólvora al igual que ha pasado con el mundo fallero. Al ser viernes, fueron más las personas que se acercaron para presenciar esta tradición que se remonta a la época de los romanos en la que se dedicaba a la diosa Flora con motivo de la llegada de la primavera.

Tal y como manda la tradición, un año más los clavarios y los cofrades de la Virgen del Rosario han acudieron a la tallà de la primera rama en flor de almendro, que fue depositida en la Parroquia San Luís Bertrán. Tras depositarla en la iglesia, los clavarios y cofrades, acompañados de la alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, y varios miembros del equipo de gobierno, se han desplazado hasta la ‘caseta del Rosari’ donde han podido disfrutar de almuerzo, a base de embutido, pisto, cebolla y sardinas.

Los actos continuaron con el traslado de la rama desde la nueve de la noche desde la Parroquia de San Luís Bertrán hasta la Parroquia de la Asunción. Cientos de cohetes han ilumonado el trauecto de la rama de almendro por la Ermita, calle Sagra y la calle Mayor por hasta llegar a la calle de la iglesia. Todo el recorrido ha estado delimitado por cinta para respetar un mínimo de distancia de seguridad como marca la normativa europea.

Reparto de la flor de almendro
Por segundo año, dentro de la iglesia arciprestal de la Asunción los torrentinos se han acercado para poder cortar con sus manos la flor de almendro bendecida que los clavarios han portado. Con gran gran devoción, decenas de torrentinos y torrentinas se han llevado la flor, una tradición que a pesar de tener solo dos años, ha contado con más fieles que se han acercado a la Asunción.

Finalmente, tras llevar a cabo la tradicional ofrenda a la Virgen del Rosario, los actos finalizarán con la cordà, con la novedad de que este año todos los participantes deberán acreditar que poseen el certificado CRE, tal y como exige la normativa vigente. Este año la cordá ha sido menos larga y espectacular ya que el número de clavarios fue de una docena mientras que el año pasado pasaba de la treintena.

Esta festividad, se remonta a las fiestas paganas que los romanos dedicaban a la diosa Flora con motivo de la llegada de la primavera. Con el paso de los siglos, la festividad tomó carácter religioso ya que en 1606, la cofradía de la Virgen del Rosario comenzó a ofrecer la primera rama de almendro florida a la virgen, como muestra del paso del invierno a la primavera. Hoy es una de las fiestas populares más arraigadas de nuestra ciudad.