El Evangélico Fútbol Club lucha contra la marginalidad jugando al fútbol

Mientras los jugadores de la selección española pueden cobrar 300.000 euros de prima si ganan la Eurocopa en Torrent existe una escuela de fútbol que subsiste con un muy pocos recursos y sin ayudas externas de ningún tipo. Se trata del Evangélico FC; un club de fútbol formado por 140 niños y adolescentes en riesgo de exclusión social. El Evangélico FC cambia primas por ganas de superación; zapatillas de último modelo por tesón y las cláusulas multimillonarias por coraje. En definitiva, la razón de existir de la escuela es inculcar valores y ser a la vez una herramienta contra la marginalidad a través de la práctica del deporte. Desde que se fundó, en el año 2007, el Evangélico FC pretende ser una herramienta de mejora en todos los aspectos para la juventud torrentina, para ello promueve y fomenta valores cívicos, éticos y de solidaridad en Torrent, y colabora con los colectivos más desfavorecidos. Es un proyecto de la Asociación Nova Vida enmarcado que busca la reinserción social de estos jóvenes y adolescentes mediante el deporte. Según explica el director deportivo del club, Javi Noguera, “hay niños de hasta 18 nacionalidades con edades comprendidas entre los 7 y los 21 años, participando de forma federada en 2ª Regional”. Hay plantillas en las categorías de pre-benjamín, benjamín, alevín, infantil, cadete y amateur y doce son los entrenadores que los dirigen; “los doce son voluntarios, no cobran nada por su trabajo de entrenador”, apunta Noguera. La gran mayoría de los jugadores son niños y jóvenes con falta de integración social, de familias desestructuradas y con pocos recursos económicos. Desde el club deportivo se hace especial hincapié en los valores propios como son enseñar la importancia del respeto mutuo, tolerancia, compañerismo, afán de superación, hábitos higiénicos saludables o asistir diariamente a clase y, asimismo, se ayuda a la integración de este colectivo en la sociedad. Los jóvenes no pagan una cuota por pertenecer al club ni por jugar; incluso las equipaciones que utilizan son donaciones o proceden de partidas de ropa deportiva muy económicas. El equipo subsiste con muy pocos recursos económicos, pero no por ello se resta en calidad. Este fin de semana los jugadores del Evangélico contaron con una visita especial en su entrenamiento. El lateral derecho torrentino Pedro López y el defensa valenciano José Enrique pasaron una jornada con los jóvenes en la que no dejaron de lado el entrenamiento sino que aprovecharon para interrogarlos sobre trucos, anécdotas y consejos mientras jugaron unos rondos en las instalaciones de Parc Central. Los dos futbolistas invitados militan en equipos de alto nivel, Pedro López juega en el Levante UD (que la próxima jornada jugará competición europea) y José Enrique tiene contrato con el Liverpool FC, ganador de la Copa de la Liga 2011-2012. Esta circunstancia levantó expectación entre los jóvenes que además de deportistas, son amantes del deporte rey. Las jóvenes promesas del fútbol mostraron sus mejores habilidades ante los invitados del día para dejar latente que se toman muy en serio eso del fútbol. Tanto es así que en el XXI Campeonato Local de Fútbol-7 de esta temporada 2011-12, en la categoría de pre-benjamín han quedado los primeros y en la categoría alevín, los cuartos. El concejal de Deportes, Enrique Carratalá, también fue testigo el sábado del derroche de alegría y de entusiasmo que mostraron los chavales en este día especial de entrenamiento. El mismo Carratalá explicó que “es muy positivo que existan este tipo de proyectos que ayuden a los jóvenes en riesgo de exclusión a involucrarse con la sociedad desde un área socializadora y saludable, como es la práctica del deporte”. Volvamos a las altas esferas. Si sumamos las cláusulas de rescisión de los jugadores de la selección española que han viajado a Polonia y a Ucrania para disputar la Eurocopa, son 685 millones de euros lo que acumulan. Si hacemos lo propio con los jugadores que conforman cada una de las plantillas del Evangélico FC encontramos algo más valioso: ganas de superación y afán por encontrar su sitio en la sociedad donde quieren convivir por goleada.