CENA DE NOMBRAMIENTOS
Rigo y Diego asumen el mando de las capitanías mora y cristiana
VICENTE BACETE Y MARCOS YAGO FUERON NOMBRADOS COMO LOS PRIMEROS ALFEREZ QUE ACOMPAÑARÁN A LAS CAPITANÍAS EN LAS FIESTAS
Rigoberto Mora Navarro y Diego Herreros Moreno fueron nombrados capitanes de los ejércitos moro y cristiano para el año 2008. Con una entrada a caballo de ambos, algo nunca visto en esta cena, los dos máximos exponentes de la fiesta de este año fueron recibidos entre aplausos y exaltaciones de sus filás y comparsas.
Cerca de seiscientos festeros acudieron a la cena de capitanía, que este año cambió su nombre por el de nombramiento de cargos debido a la nueva figura de los alférez. Este acto marca el comienzo de las actividades que la Federación de Moros y Cristianos de Torrent viene celebrando desde sus comienzos y que se enmarcan dentro de los grandes eventos de las fiestas patronales de la ciudad.
Entre la comida, los componentes de las capitanías Mora y Cristiana, la comparsa Mora Alfaquíes y La Filà dels Contrabandistes de la Serra Perentxisa prepararon, en colaboración de la compañía EME CE Creativos y el ballet Opera de Ontinyent, una gala con un marcado acento innovador, manteniendo la solemnidad que el acto requiere. Primero hubo un baile moro que se mezcló entre las mesas y posteriormente un baile cristiano bandolero.
Tras la cena ofrecida por Kataoria, el mantenedor del acto, Alfred Domínguez, evocó entre los comensales una historia antigua y evocadora en la que una magestuosa y anciana dama pedía el auxilio de los dos capitanes. La Torre, que este año está en proceso de restauración, era la incógnita dama que se ocultaba bajo las palabras, que mezclaron también frases en latín y árabe.
Con esas palabras, el matenedor dio orden de entrar a los dos capitanes. Entre la oscuridad surgieron sobre dos caballos las figuras de ambos guerreros, que engalanados con sus trajes de batalla entraron en el ágora del Parc Central. Entre llamas de fuego y los aplausos se acercaron al escenario donde saludaron a los presentes. Allí se les hizo entrega de una espada mora y una navaja contrabandista cristiana a ambos por parte de su comparsa y filá respectivamente.
Una vez en el escenario, el mantenedor se adentró en el carácter y dinastía de cada uno, momento en el que tanto Rigoberto como Diego estuvieron a punto de decaer por la emoción. Sobre el capitán moro descubrió su apasionante amor a las tradiciones del pueblo desde siempre, y de Diego desveló sus orígenes de Cocentaina, tierra de fiesta Mora y Cristiana.