Los torrentinos celebran la enramá a madres y novias

Los jóvenes torrentinos de clavarías y asociaciones salieron a la calle como hace siglos para tirar pétalos de flores y cantar a las mozas de la ciudad. Esta tradición torrentina que comenzó en el siglo XVII consistía en que los mozos del pueblo rondaban a las mozas de la ciudad y les cantaban por la noche a la puerta de su casa al mismo tiempo que lanzaban flores a su puerta. También existía la versión contraria, y también se visitaba las casas de la chicas que habían rechazado al mozo, aunque en este caso se lanzaba cebolla sobre la puerta para que todo el mundo lo supiera. Igual que hace siglos, muchachos subidos en tractores, daban ronda anoche por las calles de la ciudad en busca de la casa de sus novias, pretendientes y también de las madres. En cada parada los jóvenes cantan diferentes canciones según la persona a la que se dedican. Muchos de ellos pertenecen a clavarías de otros años y se unen esta noche para volver a reunirse, como es el caso de Jose. Pertenecen a la clavaría de els Sants de la Pedra, o Santos patronos de la ciudad, y entre todos costean los cerca de 200 euros que vale alquilar el tractor. La bebida, camiseta y por supuesto pétalos de rosa también entran dentro del precio que se paga por ir subido en el tractor. En el recorrido los mozos entran a la casa de la chica o madre que les invita con bebida, bocadillo, o pastas según la hora a la que se llega. Lo normal es que esta larga noche de ronda acabe entrada la madrugada en algunos casos. Entre las visitas de la noche, más de una docena en este caso, también hay quien optó en esta ocasión, por visitar la puerta de la alcaldesa, que acogió la visita de tres de estos tractores. Daba la casualidad de que esa misma noche también se vive la Nit d'Albaes.