CARRER MAJOR
Al hilo del Pacto Cívico
Mientras los partidos de nuestra localidad se lanzan los trastos a la cabeza acerca de la implantación del “Pacte Cívic” –un acuerdo de los partidos, asociaciones y vecinos para lograr un Torrent más habitable e impulsar los valores cívicos- me parece interesante lanzar algunas observaciones acerca de nuestro “Torrent, ciutat cívica”:
Existe en nuestras calles una cierta sensación de impunidad ante algunas actitudes, como la de muchos jóvenes que pasean con sus motos a escape libre o sus vehículos dotados con impresionantes equipos de sonido. La solución de liarse a tiros con estos chavales no parece tampoco muy afortunada. Del mismo modo, no podemos estar todo el día colgados del teléfono para avisar a la policía de que nos están molestando. El descanso de nuestros vecinos no puede depender del estado de ánimo de algunos alocados muchachos ni de la impaciencia de sus sufridos vecinos, sino del civismo de todos.
Zapatero ha nombrado más ministras que ministros. Esta singular idea ha gozado de tantos partidarios como detractores. Es muy curioso que después de aplaudir la iniciativa muchos de los que lo hacen utilicen después los argumentos de “demasiado joven” o “¿qué méritos ha hecho?” para criticar que la alcaldesa ostente la vara de mando o haya alcanzado un escaño en las Cortes. Semejante acto de hipocresía los tenemos a decenas en nuestro pueblo. Que se hagan mirar cómo va su cinismo, perdón, su civismo.
Plantea el “pacte cívic”, que suscribieron la totalidad de grupos políticos, la creación de la figura del “Defensor del ciudadano”. Este propósito, en principio loable, nunca debería servir para establecer un parapeto entre los concejales y el pueblo. Cada uno de los veinticinco concejales han sido elegidos para ser los defensores de todos nuestros vecinos, independientemente de a quién hayan votado. No vayamos ahora a quitarles a los torrentinos la oportunidad de tener un acceso directo a quien es capaz de solucionar los problemas que padecen en su día a día. No convirtamos el civismo en eludir responsabilidades.
Si el civismo se puede definir (según la XXIIª edición del Diccionario de la RAE) por “comportamiento respetuoso por las normas de convivencia pública” , ¿ a santo de qué se obliga a retirar un crucifijo de un local parroquial en el transcurso de las últimas elecciones?. La Ley obliga a hacerlo con la propaganda electoral, y hasta el momento, INRI no son las siglas de ningún partido, por mucho que a más de uno (dentro y fuera de la Iglesia, no se vayan a pensar) le gustara. Si a estas alturas un crucifijo ofende a alguien, que se haga mirar cómo va su cinismo. Vaya, ya me he vuelto a equivocar, su civismo.
Muchos de nuestros mayores se quejan de que en los parques y plazas los niños juegan al fútbol a pesar de la prohibición. Necesitamos con urgencia zonas donde practicar deporte y los niños puedan explayarse. Si usted se acerca a Picanya, las pistas que hay a la entrada son un buen modelo. El civismo también incluye el fomento de actividades saludables. Torrent es una ciudad cívica, pero la pregunta es, ¿lo somos nosotros también?.